Fuente : El Diario sur – La postal es un clásico de Canning: entrenadores personales del lado de adentro y de afuera de los countries, a veces con un solo vecino y a veces con grupos grandes. Esta forma de hacer actividad física tuvo un nuevo auge con la pandemia y, en las últimas semanas, en las que los gimnasios deben permanecer cerrados por disposiciones del Gobierno, se transformaron en boom. Con este aumento del interés, diversos profesores, entrenadores y personal trainers explican el fenómeno, sus beneficios y las posibilidades en el futuro cercano.
Guillermo Spotorno, entrenador personal que trabaja en Canning, confirmó que la actividad ha crecido en los últimos meses: “Con la pandemia el trabajo ha mejorado mucho. Los alumnos son más estables y hasta las clases por zoom han crecido”. El ex coordinador del Centro Deportivo Canning y gimnasio Tuluka añadió que las restricciones no modifican el trabajo individual en absoluto, y que el futuro es aún más prometedor, ya que los entrenamientos son realizados por personas de edades hasta los 70 años y estas no siempre están acostumbradas a la actividad física sistemática. También destacó que sus alumnos son cada vez más consientes en cuanto al cuidado de su salud y la necesidad de mantenerse activos y fuertes.
El profesor de educación física Braian Sequeira desarrolló, por otra parte, que si bien la actividad física tiene sus beneficios, el miedo al contagio y la llegada del invierno pueden superar a la intención de mantenerse en movimiento. “En verano hubo más trabajo, la actividad cae un poco por el temor al contagio.
Algunos gimnasios no te permiten utilizar sus elementos ni espacios cerrados y, como caen las temperaturas, se complica que los grupos sigan viniendo”. Braian es también el profesor personal de un chico con un trastorno del espectro autista (TEA) y cuenta sobre la modificación de los ejercicios requerida: “El entrenamiento que hacemos es muy parecido a las actividades del colegio, como circuitos de coordinación y velocidad”.
“El año pasado, los que pudimos afrontar el cierre total nos adaptamos de manera de que no nos pueda volver a agarrar mal parados”, afirmó Nicolas Pontorno, creador de la marca “Levelfit”, instituto de educación profesional en el ámbito de entrenamiento de alto rendimiento, fitness y nutrición. El preparador físico añadió que con las restricciones y gracias a medios como zoom e instagram, hoy su servicio de entrenamientos personalizados tiene un alcance mayor y que las sesiones con la situación actual “no fueron difíciles de organizar”.
El incremento de interesados también generó apertura y trabajo para nuevos personal trainers. “Hace poco que arranqué y ya tengo 6 alumnas. Voy sumando a medida que pasan los meses”, comentó Camila Airoldi. La joven profesional explicó la importancia de mantener un protocolo al entrenar y tener alternativas para las situaciones adversas: “Insisto en mantener la distancia y ofrezco alcohol en gel, especialmente en las sesiones grupales. Si llueve, adapto las rutinas y las realizamos en un quincho donde el aire circula bien para garantizar la mayor seguridad posible”.
La situación de los gimnasios en los countries
Debido a las prohibiciones de realización de actividad física en interiores, los gimnasios en los barrios privados de Canning no están habilitados, pero ¿se pueden usar?
Con la disponibilidad de espacios verdes en los sectores cercanos al gimnasio, los barrios han buscado mantener el funcionamiento respetando todos los protocolos posibles. “Los vecinos pueden usar los objetos y materiales que se puedan retirar del gimnasio”, explicó Leonardo Gomila, presidente de Echeverria del Lago, asegurando que todo usuario del gimnasio debe seguir el protocolo establecido y respetar el horario del turno previamente reservado.
Pablo Hontalky, presidente de El Lauquen, explicó que a pesar de no contar con el gimnasio por reparaciones, el barrio cuenta con un profesor de gimnasia que repartió colchonetas para uso individual durante la clase y que cada una se las lleva a su casa.