Fuente: MendoVoz – @odincfeste La pandemia tiene varias aristas por las cuales analizarla. Una de ellas es la parte económica por su impacto en los trabajos, emprendimientos y planes en formación. En este marco, se mantuvo una charla con los propietarios de un gimnasio de la zona Este para conocer su experiencia.
Se trata de Odín Centro de Fitness, que está ubicado en la calle Pedro Molina 180, en el departamento de San Martín. Previo al inicio del brote del virus el gimnasio estaba emplazado en otro lugar, pero la pandemia tuvo sus consecuencias.
“Fue muy duro e incierto. Nos llevó a cambiar muchas cosas. Decisiones drásticas para no cerrar. Nos mudamos a la fuerza, el gimnasio y nuestra casa particular. Tuvimos que reinventarnos y caímos en nuevas deudas para sobrevivir”, le manifestó Facundo Gómez, propietario y entrenador, a MendoVoz.
Como en otros casos similares, hacerle frente a esta pandemia significó estar atentos a muchas eventualidades. Y una de ellas fue la falta de empatía de quienes les cobraban, desde el dueño del inmueble, la AFIP, los bancos y hasta el propio Municipio, explicó Gómez.
Tras la cuarentena estricta, entre otras cosas, tuvieron que disminuir los costos lo más posible para poder seguir funcionando. “Nos mudamos a un lugar más chico y aumentamos los horarios de trabajo. Nos amoldamos a cada decisión del Gobierno y respetamos los protocolos al 100% aunque eso podía significar un menor ingreso económico para nosotros”, indicaron.
Al igual que muchos gimnasios, Odín diagramó sus protocolos de funcionamiento, tanto para clientes como para quienes ejercen como entrenadores. Esto significó un nuevo desafío, pues había que acostumbrar a todos a una nueva normalidad.
“Es muy difícil. Somos hijos del rigor. Cuesta que la gente ocupe la aplicación para respetar los cupos limitados que se nos exige. Hay que recordar constantemente los protocolos de ingreso al establecimiento y a veces olvidan usar sus elementos de higiene (botella y toalla)”, resaltó Gómez.
De todos modos, y con el paso del tiempo, la comunidad de Odín ha ido acostumbrándose a las nuevas disposiciones. “A veces olvidan el distanciamiento social, pero dentro de todo y a pesar de que haya que recordarles, nuestros alumnos lo cumplen”, afirmó.
En la cuenta de Instagram de Odín pueden verse videos y fotografías del trabajo diario, los alumnos y los protocolos aplicados.
“Somos parte de la solución, no solo desde lo físico o los beneficios que tiene para la salud física, sino también para lo que aporta a la salud mental”, expresó el entrenador en relación a la importancia de que estos espacios se mantengan abiertos al público.
Su nombre hace referencia a Odín el Dios de la sabiduría, la guerra y la muerte, pero también se le considera, aunque en menor medida, el Dios de la magia, la poesía, la profecía, la victoria y la caza. Y al escuchar a sus dueños, no quedan dudas de que atesoran ese espíritu para batallar contra cualquier eventualidad, y con sabiduría, para poder salir victoriosos.