Fuente: El País – Los médicos han demostrado que las mascarillas no reducen la saturación de oxígeno en sangre. En concreto un colegiado irlandés subió a las redes un vídeo en el que se ponía seis mascarillas quirúrgicas, una sobre otra, y su saturación de oxígeno no descendía ni un 1%. Y aunque en el vídeo no se observaba al médico corriendo 10 kilómetros con ritmo cardiaco acelerado y jadeando, lo mismo pasa. Durante las pruebas de estas mascarillas, carreras por el circuito de Chema Martínez en El Pinar de Navalcarbón (La Rozas), nunca sentí agobio o falta de aire, incluso en momentos de ejercicio intenso. Aun así, utilicé un aparato portátil para medir la saturación, y en todos los casos mi saturación de oxígeno en sangre nunca bajó de 97%.
Sin embargo, a las mascarillas deportivas se les pide algo más. No solo deben servir para proteger y protegerse del virus, también deben ser compatibles con el ejercicio. Deben ser cómodas, no moverse, evitar la humedad, no empañar las gafas y no provocar rozaduras. Y si, además, son muy reutilizables y ecológicas, como las propuestas, miel sobre hojuelas.
Las cuatro mascarillas que recomiendo, cumplieron con creces. Las probé con gafas de sol y auriculares deportivos con ajustadores a las orejas (nunca en la historia estos cartílagos han sido tan explotados). Al principio la mayoría de ellas provocaban un poco de condensación en las gafas, luego esto pasaba. Y, al final de cada sesión, la barba me picaba en las mejillas, nada insoportable, pero creo esto es más problema de llevar barba que de usar mascarillas. Aquí se las dejo.
Mascarilla SportsMask de Under Armour
La más elaborada. Su diseño se inició el 31 de marzo, cuando la empresa comenzó a realizar mascarillas para trajes EPI. Está compuesta por tres capas, una externa con dibujo espaciador para que la máscara mantenga la forma y facilite la ventilación y aporta protección solar UPF 50; una intermedia transpirable deja circular el aire pero dificulta el paso de la humedad y el sudor; y una interna fabricada con UA ISO-CHILL, tecnología que proporciona frescor en la piel, y tratada con PROTX2 antimicrobiana no metálica, que inhibe las bacterias.
Prueba: para sacar el máximo partido a esta mascarilla hay que sudar, es cuando uno se da cuenta de cómo trabaja de verdad. A pesar de su volumen es ligera, uno se olvida de que la lleva. Se ajusta a las orejas con un tejido suave elástico. A pesar de que el arco sobre la nariz es ajustable se me escurría hacia la punta durante la bajada de pendientes. Fantástica para entrenamientos de alta intensidad.
Lavable sin límites. P. V. P. 30 €
Airgill Mask de Ternua
La más sencilla. Construida en un solo corte de tejido elástico, transpirable, repelente al agua y salpicaduras. Está tratada con ViralOff que promete reducir en un 99% en dos horas el virus de la covid-19, entre otros, e incorpora la tecnología Odor Crunch de Polygiene, neutraliza los malos olores y el crecimiento bacteriano. El tratamiento antibacteriano dura lo que dure el tejido y el antivírico se mantiene activo durante mucho tiempo, pero pierde efectividad si se lava muchas veces la mascarilla.
Prueba: Fue la mascarilla más ligera de llevar, al poco te olvidas de su presencia. En momentos de movimiento se me movió un poco, pero nada insoportable, se mojó con el sudor de la cara, pero se secó enseguida. Muy agradable. Perfecta para el uso diario y deportivo.
Sólo necesita limpiarse si está físicamente sucia ya que es aséptica cuando se trata de virus y bacterias. (si se lava repetidamente, va pierdiendo el tratamiento antivírico), si se mancha de algún producto se puede utilizar un trapo húmedo. P. V. P. 14,95 €
Runners Face Cover de ASICS
La mascarilla más rígida y que mejor se ajusta de las cuatro. Está confeccionada con un tejido transpirable e impermeable que recubre una malla que aporta un espacio interior para la nariz y mantiene una ventana de ventilación en la barbilla que facilita el flujo de aire, pero evita que salgan gotitas de saliva al exterior. Se acopla perfectamente gracias a unos cordones ajustables que cierran la parte posterior de las orejas y la nuca. Está fabricada con un 30% de materiales reciclados.
Prueba: La mascarilla de ASICS no se mueve ni un milímetro por mucho que brinques, y se ajusta perfectamente al contorno de ojos y nariz impidiendo que las gafas se empañen lo más mínimo. Aunque está diseñada para runners, yo la veo más para ciclistas que necesitan las manos más que los corredores. Por supuesto, sirve para ambos.
Lavable sin límites. P. V. P. 40 €
Mascarilla Denim de JeansTrack
De la marca vaquera del MTB y Trail Running. Está confeccionada con dos capas de poliamida con certificación Oeko-Tex, libre de sustancias tóxicas y transpirable. Y dos gomas que se ajustan en la nuca y hacia la coronilla.
Prueba: Esta es otra mascarilla que no se mueve en absoluto. Sin embargo, la forma del corte aprieta un poco en la nariz y se cierra completamente en la barbilla, provocando que el aire salga por dos huecos que se forma sobre los pómulos, y este empaña las gafas ligeramente. Una buena mascarilla para gimnasio y uso diario.
Lavable sin límites. P. V. P. 6,80 €