Fuente: La Nueva – De qué se trata y cuáles son los objetivos del proyecto impulsado por la Asociación Bahiense de Hockey. «Así como la jugadora tiene su entrenador, el arquero también necesita alguien que le diga cómo hacer las cosas», contó Gastón Bauchi.
Previo al retroceso de fase de nuestra ciudad, la Asociación Bahiense de Hockey puso en marcha un proyecto que puede ser clave para el futuro de los arqueros de los clubes que la componen y también para el nivel de la disciplina -o el puesto- en nuestra ciudad y la región.
Se trata de la «escuela de arqueros» que tuvo su entrenamiento de bautismo días atrás (ahora en pausa), en el Complejo de Las Tres Villas, y forma parte de una de las iniciativas propuestas por el coordinador deportivo de la Asociación Nicolás Montes.
La escuela propiamente dicha está a cargo de Gastón Bauchi, exarquero de El Nacional, quien fue impulsor desde de su club de esta metodología individualizada para un puesto tan particular.
«Uno de los objetivos es que los arqueros tengan ese espacio que, por distintos motivos, en el club no lo tienen. La idea es que tengan ese espacio propio y específico para trabajar las cosas bien propias del puesto, que por ahí en el día a día del club no se le hace el tiempo que merece», explicó Gabo.
«El otro objetivo -agregó- es ir viendo a aquellos que tengan condiciones para estar en un Seleccionado o algo por el estilo. Además, para ir asesorando a los entrenadores que tengan alguna duda, tener herramientas para poder ayudarlos a elegirlos», señaló.
unto a Gastón trabajarán las arqueras Rocío Piñeiro (ex Villa Mitre, actualmente en Atlético Monte Hermoso y con pasado en los procesos de Seleccionados Argentinos Juniors), Lucía López Izarra (Sociedad Sportiva y Selección de la ABH, fue elegida como la mejor jugadora del 2019) y el preparador físico Sebastián Krieger.
Cuando la situación sanitaria lo permita, las prácticas se realizarán semanalmente, aunque esto puede variar si la cantidad de jugadoras y jugadores aumentan. En el primer entrenamiento trabaron 20 arqueras y un arquero.
«Por un lado el puesto requiere del factor emocional. Por un lado trabajar eso, que quizás es difícil de hacer en un grupo grande, pero al menos ir bajando alguna idea sobre ese tema, algún mensaje… algo que sea distinto de lo que vienen acostumbrando en sus clubes. Por un lado eso, la cuestión anímica bien específica del puesto. Creo que eso ayudaría a mantener o sostener esa motivación inicial que lleva a cada arquero a ponerse el equipo para atajar», señaló Bauchi.
«Porque vos podes tener el mejor entrenador -continuó-, con los mejores materiales, pero sino tenés un arquero que esté motivado no sirve de nada. Eso por un lado y después, obviamente, para quienes estén ahí es trabajar lo específico del puesto. La idea es trabajar lo técnico, la patada, los despejes, como posicionarse respeto a un tiro, al arco… después la comunicación con sus compañeros de equipo, pararse en los cortos, eso es más a futuro. Al principio la idea es trabajar el A, B, C del puesto», dijo «Gabo».
-Imagino que es clave entrenar con alguien que pasa o pasó por las mismas situaciones que vos adentro de una cancha…
-Tal cual. El arquero tiene sus propias reglas e incluso tiene hasta una camiseta distinta a sus compañeros, hasta con colores distintos a los de su club. Todo ese combo requiere un entrenamiento aparte.
-Si vas un poco más lejos, su puesto es tan distinto que muchas veces ni se les ve la cara.
-Sí, hay muchas veces que nadie sabe quien es el arquero porque está abajo del equipo. Hay que lidiar con todo eso porque es un puesto muy frustrante por momentos, de a todo o nada. También trabajar eso es fundamental y qué mejor que si hacerlo desde el vamos, cuando son bien chicos.
-¿Cuesta que cuando una chica o un chico se suma a un club, que pida atajar o quiera ir al arco?
-No, no cuesta que el chico o la chica tenga ganas, eso lo traen de la casa. Ellos llegan con ganas de ponerse el equipo y atajar, quizás lo que cuesta es que el entrenador se de cuenta de eso. Entonces, si yo tengo cinco chicos que se quieren poner el equipo y no me doy cuenta, tarde o temprano las ganas se les van. Si yo detecto enseguida eso, lo trabajo desde un primer momento donde ese arquero o arquera está muy motivado. No cuesta tanto que traigan las ganas sino cuesta más detectarlo… desde ahí ya es un inicio mucho más fácil que si vos tenés 20 jugadores, no tenés arquera, y tenés que obligar a una a que se ponga el equipo. Que también puede pasar que después esa jugadora se enganche. Pero yo lo que noto es que falta saber cómo detectar arqueros.
Hace casi 10 años atrás, Gastón comenzó a entrenar de manera específica a las arqueras y arqueros de El Nacional, un club que dio a los exponentes más importantes de la ciudad en los últimos tiempos: María Azul Rossetti (campeona mundial junior con Las Leoncitas), a quien Gabo no llegó a entrenar, y Yazmín Pallottini (elegida mejor arquera en el Campeonato Argentino de Selecciones Sub 16 en 2018, hoy en Banco Nación y en el proceso de Leoncitas), una de sus alumnas predilectas en el celeste.
-Más allá de esta iniciativa, ¿soñás con que en algún momento esto sea algo que se de en todos los clubes?
-Sería lo ideal. Requiere articular un montón de recursos más que nada, porque la realidad de los clubes es muy distinta. Hay clubes que tienen 50 bochas como para dejarle al entrenador de arqueros para que trabaje en un sector apartado de la cancha y con eso ya se puede empezar. Pero hay otros que tienen 50 bochas para todas las categorías y ni si quiera tienen cancha. Obvio que tiene mucho que ver la realidad de cada club. Ojalá que el día de mañana todos los clubes tengan su entrenador de arqueros. Porque como digo siempre: el arquero se lo merece. Así como la jugadora tiene su entrenador, el arquero también necesita alguien que le diga cómo hacer las cosas.
-En este sentido, esto que propone la ABH iguala condiciones para los arqueros de todos los clubes…
-Sí, tal cual. La idea de hacerlo abierto a todos los clubes, de que al menos el arquero que se puso el equipo por primera o segunda vez tenga un entrenamiento. Y lo mismo para el arquero o la arquera que viene atajando hace años, que puede pasar que nunca tuvo un entrenador específico para su puesto. Y aunque sea una vez a la semana, ya es algo distinto. El otro día pregunté a algunas de las chicas quien había tenido entrenamiento específico y ninguna había tenido. Entones ya se fueron con algo distinto: un espacio destinado específicamente al entrenamiento de arquero. Eso ya es un la piedra fundamental y es para todos los clubes.
-Desde lo personal entiendo que también es una alegría, después de venir trabajando hace tanto tiempo en esto.
-Me gusta transmitir lo que yo viví durante tanto tiempo debajo de los tres palos. Más allá de lo técnico, yo nunca tuve un entrenador fijo de arqueros. Pero más que nada yo lo veo como el hecho de poder transmitir esa experiencia, mezclado con la parte docente. Después cuando los resultados llegan, como nos pasó con Yaz, citada a Las Leoncitas, me llena de orgullo. Pero más que nada por ellas, porque se la bancaron. El puesto de arquero es muy frustrante y muchos se frustran enseguida y largan todos. El que es perseverante, a la larga tiene resultados.
-El caso que nombrás de Yaz, todo lo que consiguió Chula (Rossetti), Ro (Piñeiro), la Colo (López Izarra) y tantas otras es un buen espejo para las que vienen de abajo, ¿no?
-Sí, Por suerte el hockey en Bahía está en los primeros planos a nivel nacional hace años. Está bueno tener esos espejos para que vean que se puede llegar, que sea un llamado de atención para que vean que no están tan lejos de llegar a eso y este sería el camino. Esto es un granito más de arena que uno pone, es algo que nunca se hizo. Y está bueno que se arranque, que se pueda sostener y con el tiempo se verán los resultados. Algo distinto va a haber, porque ya se hizo algo distinto.