Fuente: La Capital – El entrenamiento lejos está de ser una moda aunque sí son tendencia algunas disciplinas y rutinas que se encienden por temporada y luego desaparecen sin dejar rastros. Así pasó con los ejercicios aeróbicos en los 80s o el crossfit a principios del 2010. Esas tendencias en diversos entrenamientos es donde los gimnasios rosarinos enfocan su atención para sostener su negocio. Así es cómo han sabido reinventarse para ofrecer un surtido de actividades a los socios que siempre buscan nuevos desafíos.
“Para obtener dinero, siempre hay que poner dinero. Es importante que el socio vea que uno invierte en el espacio, que busca hacerle mejoras como actualizar las máquinas por más nuevas, sumar actividades, cambiar muebles, pintar o poner luces”, explica Alejandro González, titular de Estación Club una cadena de gimnasios que nació hace 38 años en Fisherton y que hoy tiene 6 sedes en toda la ciudad y va por una nueva en Granadero Baigorria. Alejandro incluye la incorporación constante de disciplinas como otra de las inversiones que son fundamentales para captar la atención de nuevos socios y sostener a los actuales. La suma de una nueva actividad conlleva, claro, la puesta a punto de un espacio y compra de equipos: “La musculación volvió a tener protagonismo y eso requiere tener máquinas modernas y sumar nuevas. Por ejemplo, las mujeres venían pidiendo un equipo nuevo para tonificar glúteos, fuimos y lo conseguimos”, comenta Alejandro. Entre las disciplinas que menciona como elegidas hoy en día también está el boxeo, funcional y pilates, actividades que ofrece en todos sus locales además de contar con una piscina en su primer espacio de Fisherton.
Silvana Leguizamón está al frente de Mundo Gym, un clásico de calle San Lorenzo al 1200 frente al teatro Broadway que lleva 21 años abierto. Ella también destaca la importancia de mantenerlo actualizado para cumplir con los intereses de los socios. Por eso en el último tiempo sumaron una actividad única en la ciudad llamada Dinamic System: “Se hace actividad de cardio, funcional y fuerza con un sensor de frecuencia cardíaca. Así se puede saber a qué nivel de esfuerzo trabaja el corazón. En una sesión de 60 minutos se puede perder entre 600 y 1000 calorías”, cuenta orgullosa. Respecto a otras inversiones, Silvana destaca la importancia del mantenimiento de las máquinas que además son todas importadas, por lo que cada repuesto o atención mecánica que se precise es costoso.
Por su parte, el gimnasio Athlon que se encuentra en la esquina de Pte Roca y Zeballos, también ha buscado la manera de reinvertarse explorando pequeñas unidades de negocio dentro de su estructura para atender necesidades de sus socios que no están tan explotadas en otros espacios: «Tenemos un kinder para chicos, así los padres pueden venir con sus hijos a entrenar y dejarlos en un espacio recreativo. También hicimos una colonia de verano que recién termina donde tuvimos más de 100 niños que venían a talleres creativos y clases de tela, fútbol y más«, comenta Sabrina Ferrara, titular del espacio que lleva también 21 años abierto.
Precios y prestaciones
Los gimnasios consultados por suplemento Negocios de La Capital tienen una cuota mensual que promedia los $30.000 en lo que se llama el “abono libre” para realizar cualquier actividad. Luego puede variar de acuerdo a otros servicios, como en el caso de Estación Club que al tener varias sedes ofrece por un plus la posibilidad de acudir a cualquier local, o como en Mundo Gym donde se puede pagar un extra mensual por un casillero fijo para dejar pertenencias. Los tres espacios coinciden en que la mayoría de los gimnasios de la ciudad rondan en mismo precio y servicios, aunque confiesan que el valor debería ser mucho más alto: “La cuota no está a la altura del verdadero valor del mercado pero si cobráramos lo que realmente necesitamos, la gente no lo pagaría”, explica Silvana de Mundo Gym. Sobre este mismo punto, Alejandro de Estación Club agrega: “El valor del abono en Rosario está regalado”, mientras que Sabrina de Athlon encuentra en la pandemia un motivo de semejante atraso: «El rubro sufrió una baja muy importante durante la pandemia y nunca se repuso. La cuota quedó muy atrasada. Hoy debería rondar los 50 USD». Los gimnasios independientes de la ciudad intentan mantenerse en el mismo rango de precios, no así cadenas que vienen de Buenos Aires que buscan quedarse con el segmento premium. Por ejemplo, en Megatlón les informan a sus potenciales clientes que la cuota mensual es de $51.600 abonando seis meses juntos en cuotas.
La oferta de un abono semestral o anual por pago adelantado es otra de las estrategias comerciales de los gimnasios: “Los planes a largo plazo sirven para que los socios tengan continuidad y nosotros asegurarnos fidelización. Con el tema inflacionario esto se complica bastante. Antes podíamos ofrecer pagos mensuales con cuota fija, hoy podemos congelar precio con pagos adelantados en contrataciones de 6 o 12 meses”, dice Silvana. Según Alejandro el pago mensual ya no se estila en ningún gimnasio del mundo: “Ahora todos tienen débito automático o ventas semestrales o anuales, así la gente se olvida de que tiene que ir todos los meses a pagar el gimnasio”. Esta estrategia de abonos por largos periodos explica Alejandro, también tiene como objetivo que el socio sostenga la actividad física para ver resultados. Los mismos recién empiezan a verse recién a “los dos o tres meses” de comenzada la rutina, por lo que el pago por largos periodos ayuda a que se comprometa a sostener la actividad y adquirir el hábito de hacer ejercicio. Por su parte, Sabrina de Athlon, ve más eficiente el pago por débito automático que el adelanto de varios meses: “A nosotros nos interesa que la gente use el abono que paga. En muchos casos adelantar varios meses ayuda en el ahorro mensual, pero si uno no tiene el hábito, no se esfuerza por venir porque no le significa tanta pérdida monetaria”.
La creación de los “Gym pass”
Otra de las estrategias de visibilidad y convocatoria de los gimnasios locales consultados es la adhesión a programas como Gym Pass, que agrupa diversos espacios en una sola oferta para empresas que contratan la solución como un beneficio para empleados. Así éstos pueden elegir a dónde ejercitarse dentro de la red de gimnasios que ofrece el programa. A su vez también ofrecen sus propios convenios a distintas instituciones u organizaciones por fuera de ese programa que puede tomar formas más específicas según la propuesta del gimnasio: “Hemos hecho acuerdos con empresas que a sus empleados, además de darles la hora de almuerzo, les suman un tiempo extra para ejercicio físico. Vienen a hacer una actividad puntual en un horario específico. Esto sirve para empleados que tienen muchas horas en la computadora, por ejemplo”, dice Mundo Gym. Por su parte, la representante de Athlon analiza los beneficios de estos programas para personas que no tienen el hábito de ejercitarse: “Los acuerdos así impulsan a mucha gente que no iría a un gimnasio si no fuese porque la empresa lo ofrece como un valor”.
¿Qué hace que una persona elija un gimnasio por encima de otro? “La calidez humana. Una cinta para correr tiene cualquiera”, opina Alejandro. Los tres referentes coinciden en que sus socios remarcan el valor del seguimiento personalizado que brindan sus profesores tanto en la sala de musculación como en las disciplinas específicas: “Cada persona es un mundo y apuntamos a tratarla así. Tenemos socios que vienen por recuperaciones por alguna lesión o adultos mayores que tienen ciertas limitaciones. Nos alegra ver que mejoran y progresan”, aporta Silvana. Por su parte, Sabrina, hace énfasis en el segmento de entrenamiento para deportistas de alto rendimiento que tienen en Athlon: “Buscamos acompañar su entrenamiento físico para que puedan tener mejor desempeño en su actividad deportiva. Yo fui deportista y me gusta poder atender las necesidades específicas de las personas que viven del deporte”.