En Qatar 2022 se espera que las 32 selecciones del campeonato puedan acceder a datos en tiempo real cada vez más precisos.
La FIFA inició en 2015 su “carrera armamentista” para recuperar terreno y ponerse al frente del uso de tecnología para la captura de datos que sirvan para analizar el rendimiento físico, técnico y táctico de los futbolistas. Quienes trabajan en el área de investigación y validación de dispositivos y softwares aplicados al deporte, cuentan que por entonces había aparecido una foto de Zlatan Ibrahimovic, sin camiseta y con un llamativo chaleco con la leyenda GPSports. “Si Zlatan lo usa, eso debe ser importante”, dijeron en Zurich. La FIFA se anoticiaba sobre la existencia de los GPS y se puso a trabajar para entender lo nuevo.
Seis años más tarde, con la Copa Árabe como teatro de operaciones, la FIFA comienza a poner en superficie una labor que tendrá su máxima representación en Qatar 2022: el más completo análisis de rendimiento en tiempo real de miles de eventos que suceden en los partidos con o sin pelota. Tratándose de FIFA, el uso de los datos del juego que ya existe en los principales clubes y ligas del mundo, alcanza una escala desmesurada y la denominación que propone también es grandilocuente. Su proyecto se define como “el nuevo lenguaje del fútbol de la FIFA”.
Los partidos de la Copa Árabe cuentan con 25 analistas de rendimiento por encuentro, uno para seguir a cada jugador. Un club de primera división del fútbol argentino y hasta de la mayoría de las selecciones de la Conmebol cuenta con dos analistas; estructuras más desarrolladas como Manchester City o Barcelona FC pueden contar hasta con ocho analistas. Si un partido de fútbol produce el etiquetamiento promedio de 2.000 a 2.500 eventos del juego, la FIFA captura 15.000 puntos de datos por partido.
El laboratorio que la FIFA armó para este proyecto funciona en Newport (Gales) y es dirigido por Chris Loxston, jefe de proyecto del equipo de Análisis y Perspectivas sobre Rendimiento Futbolístico de la FIFA. Steve McLaren, ex entrenador del seleccionado de Inglaterra, también colaboró como experto técnico en la creación de esta estructura formada por 50 personas en tareas como analistas de fútbol, analistas de datos, científicos de datos y responsables de performance. McLaren fue uno de los primeros en introducir el uso de datos en los clubes ingleses en 1998 como segundo entrenador de Alex Ferguson en Manchester United. La cabeza máxima de este desarrollo es Arsene Wenger, pionero en el uso de softwares para analizar a futbolistas a comienzos de los años 90.
En Rusia 2018, FIFA llegó tarde y mal en su objetivo de ofrecerle a los cuerpos técnicos datos del juego con la entrega de una tablet por bando: solo estaba permitido transmitir capturas de video -no imágenes en movimiento-, los datos tenían demora y la experiencia solo quedó en una buena intención. En Qatar 2022 se espera que las 32 selecciones del campeonato puedan acceder a datos en tiempo real cada vez más precisos y esa información también será volcada en las transmisiones para que la audiencia pueda conocer con mayor profundidad lo que sucede en cada partido.
Qatar 2022 será el primer escenario en el que FIFA podrá exhibir el resultado de sus investigaciones sobre el uso de la tecnología en el fútbol, luego de convocar y validar los sistemas y dispositivos que ya existían en el mercado desde mucho antes que la FIFA decidiera prestarle atención al tema. La experimentación con un sistema semiautomático, que le avisa con un sensor al juez de línea si un jugador está en posición adelantada, también probado actualmente en la Copa Árabe, pone a la FIFA en una era “post VAR” mientras todavía en otros lugares del fútbol, tanto futuro no consigue ser asimilado.
Fuente: La Nación