Fuente: CNÑespanol – “Muchas comunidades no se sienten comprendidas en los espacios de ejercicios», dice Carlos Dávila, psicólogo deportivo y responsable de diversidad e inclusión en el estudio Fhitting Room de Nueva York. No encajar conlleva mucha presión, dice, así que «se convierte en una energía muy diferente cuando estás en un espacio al que no sientes que perteneces».
Lo que pueden hacer los profesionales del fitness
Generar conciencia cultural: la conciencia derivada de la alfabetización cultural es clave, dice Davila, cuya investigación académica se especializa en la diversidad, la equidad y la inclusión en el fitness. Como instructor de ejercicios en grupo descubrió que la comprensión de la interseccionalidad y la capacidad de leer la sala son habilidades esenciales.
«Una de las formas más sencillas para los profesionales del fitness de crear un espacio más inclusivo y acogedor es ser consciente de lo que ocurre en tu espacio, ser consciente de la energía en la sala, ser consciente de las brechas y las comunicaciones que pueden estar ocurriendo en torno a las comunidades marginadas», añade.
Formación continua: obtener un certificado de aptitud física es el primer paso, pero Dávila afirma que los profesionales deben seguir aprendiendo para servir mejor a sus clientes.
Los instructores deben aprender a adaptar las modificaciones a una amplia gama de capacidades, formas y tamaños de cuerpo. Dávila dice que los profesionales del fitness deben estar preparados para cualquier cuerpo que entre en su espacio, y añade que él tomó una capacitación adicional para adaptar sus clases para sus clientas embarazadas.
Las cofundadoras de BK Yoga Club dicen que recurren continuamente a su red de expertos y especialistas en diversidad, equidad e inclusión (DEI) para que las apoyen en las áreas en las que todavía están aprendiendo y creciendo.
«Llevo bastante tiempo en este espacio y sigo aprendiendo cosas nuevas», coincide Dávila.
Contratación: como ejecutivo de la diversidad, Davila reconoce que a veces puede ser un reto encontrar una mezcla de candidatos debido a las normas culturales sobre el fitness como ocupación. Pero en última instancia, dice, todo se reduce al compromiso de la dirección con la causa.
Marketing: Davila afirma que si un plan de marketing destaca solo a una parte de la población, cualquiera que no forme parte de ese grupo no se sentirá bienvenido en ese espacio. «Si tu mensaje es la inclusión, si tu mensaje es la diversidad corporal, entonces todo eso tiene que ser representativo en tu publicidad», añade.
Las empresas que venden ropa también deben tener en cuenta las tallas disponibles. La investigación de Davila ha descubierto que la exclusividad o la inclusión de tallas tiene un impacto «significativo» en la imagen que los clientes tienen de ese espacio y en su permanencia. Como le dijeron los grupos de discusión de Davila, «si no me muestras que eres diferente, si no me muestras que me quieres aquí, no voy a gastar mi dinero aquí».
Lenguaje: el lenguaje también importa, desde la forma en que los instructores se dirigen a sus alumnos hasta la música que suena en clase. Dado que en los espacios de fitness se ha utilizado históricamente un lenguaje sexista, Dávila dice que hay que trabajar para desaprender y practicar el uso de las alternativas adecuadas. Las fundadoras de BK Yoga Club dicen que utilizan conscientemente un lenguaje empoderador y neutro desde el punto de vista del género en las clases .
Accesibilidad: el auge de las clases en línea ha abierto un nuevo mundo de oportunidades tanto para los gimnasios y estudios como para los clientes. Las opciones virtuales pueden ser más convenientes para los clientes que no se sienten cómodos asistiendo en persona, necesitan más flexibilidad en su horario o viven demasiado lejos. Las opciones en línea también pueden ofrecerse a precios más bajos que las clases presenciales, cuyo costo puede ser un factor disuasorio para muchos.
«Creo que el sector del fitness se encuentra ahora mismo en una posición ideal para ser más inclusivo, porque hay muchas más plataformas digitales», afirma Davila. «Si los espacios son inteligentes, las clases online van a permanecer después de la pandemia, cuando sea que termine».