El CEO de Valgo, Manel Valcarce, da por hecho que el sector del fitness seguirá el proceso de concentración de marcas que vive en la actualidad más allá de la pandemia. Augura que los siguientes movimientos que se producirán provocarán una homogeneización a nivel de servicios y precios.
Las operaciones corporativas entre cadenas de gimnasios no se detendrán una vez el sector del fitness logre dejar atrás la pandemia. Así lo augura el fundador y máximo responsable de la consultoría deportiva Valgo Investment, Manel Valcarce, quien analiza la situación del mercado del fitness. “Se están negociando varias operaciones, ya que hay bastantes equipamientos en venta. Esta tónica continuará”, anticipa.
“Probablemente estemos yendo hacia una concentración de operadores, especialmente en el segmento de concesión y el medio, que antes era el low cost. Habrá líderes destacados, unas 10 ó 20 cadenas destacadas en el segmento medio y otras en el concesional, que dominarán gran parte del pastel”, pronostica el consultor. Pese a ser un mercado más atomizado que el de países como Francia, Reino Unido o Alemania, el fitness español se encamina hacia una reducción de pocas pero grandes cadenas.
La concentración, apunta, se producirá en mayor medida en aquellos grandes centros deportivos que exijan unas inversiones más elevadas y que tengan una oferta de servicios más potente. Especialmente, avisa, se podría dar en segmento concesional. “Es difícil que, a día de hoy, un centro independiente o una microcadena pueda invertir un millón de euros en un centro deportivo”, puntualiza.
La sucesión de operaciones corporativas y posterior concentración de operadores tendrá una consecuencia clara, según el CEO de Valgo: la homogeneización “de servicios y precios”. “El mercado de los segmentos concesional y medio estará menos atomizado, y ello puede propiciar que los precios suban o se estabilicen, algo que puede ser interesante para el sector, que podría ver revalorizados sus servicios”, aclara.
EL PESO DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN
En opinión de Valcarce, las cadenas que lograrán una posición territorial más destacada y que, por tanto, liderarán la lista de efectivos en España, serán aquellas que tengan detrás “un pulmón financiero como un fondo de inversión estable”. “Hay movimiento y ganas de comprar entre aquellas cadenas que tienen una inyección económica”, añade.
En esta carrera por crecer asume que “habrá cadenas nacionales”, ya que algunas de ellas están teniendo ya un mayor crecimiento, pero también prevé incursiones de “enseñas extranjeras con una gran capacidad económica”.
El CEO de Valgo ve difícil que estas grandes cadenas retrocedan porque “el tirón de los fondos de inversión les llevará a querer seguir creciendo”, pero no descarta que, puntualmente, puedan decidir “desprenderse de algunas unidades o activos para poder diversificar después su negocio”.
LAS CLAVES PARA SOBREVIVIR
Valcarce da por hecho que muchas microcadenas seguirán el camino de enseñas, que han cambiado de manos en los últimos meses, tras ser absorbidas por otros grupos. Un futuro que, eso sí, no necesariamente seguirán todas las enseñas: “Habrá pequeñas o medianas cadenas que se decidirán por vender. Pero otras lograrán continuar gracias a su modelo de negocio, especialmente las premium o aquellas que tengan una estructura y estrategia más consolidada”, puntualiza.
Otra de las claves para sobrevivir pese al aumento de la competencia de los grandes operadores es “el arraigo territorial de centros muy asentados que tienen unos equipos de personal muy determinados y una muy buena relación con el público de su entorno”. Ese vínculo, prosigue, puede resultar un factor determinante que les mantenga en pie e impida, además, que otras cadenas puedan estudiar introducirse en su zona.
Valcarce, eso sí, prevé que la atomización se mantenga en el segmento de los pequeños estudios o centros boutique, en los que cree que se mantendrá “una mayor variedad de oferta y de propietarios”.
Fuente: CMDspor