¿De qué manera se transformó un gimnasio indoor en outdoor? ¿Qué se modificó? ¿Qué siente la gente? ¿Qué perciben los profesores? La nueva experiencia, contada desde adentro por un profe de SportClub Al Río.
Fuente : Olé – Cambiar para seguir igual. Suena a oxímoron, tal vez, pero es realidad. La pandemia nos ha obligado a convivir con esa clase de contradicciones, como que un negativo sea positivo… SportClub ha incorporado esa enseñanza y entonces se transformó para sostener en el tiempo el servicio que les brinda a sus socios: el entrenamiento. Un modo de promover la vida sana. El modo adoptado, acorde con los protocolos establecidos para prevenir los contagios de coronavirus, fue mudar sus actividades indoor al aire libre. Pero, ¿cómo se logró?
SportClub Al Río, por ejemplo, ya había comenzado a trabajar con un modo mixto, indoor y outdoor, desde el reinicio de las actividades. Su espacio verde con vista al Río de la Plata favorecía este doble método. Sin embargo, ahora todas sus clases y programas de entrenamiento se realizan afuera. “Armamos y desarmamos todos los días el gimnasio: bancos planos, barras, mancuernas, máquinas… A la mañana preparamos todo y a última hora regresamos todo a los salones”, explica Fernando Rolla, profe de la sede. “Cada día vamos modificando cosas en base a la experiencia. A través de conos hemos separado y distribuido sobre el espacio verde el sector de Cycle, de clases de aeróbica, de Musculación, de Cardio…”, detalla Rolla, destacando un fenómeno que se produjo precisamente por esa combinación de trabajos al aire libre.
“Nos ocurrió, por ejemplo, que al mismo tiempo -siempre bien distanciados- se dictaban clases de Yoga, de Box o de baile. Cada uno con su música. Y todos los socios le ponían mucha garra. Incluso, al observar desde afuera otro tipo de rutina, tal vez aquel que hacía fierros se convenció de complementar su trabajo en la bici. Los socios han comenzado a probar otras actividades”, comenta Fernando, quien recalca que “los socios mismos se controlan”, cuidándose a través de la higiene continua tanto de las manos como de los elementos de trabajo a través de los rociadores con alcohol al 70% o alcohol en gel dispuestos en los diferentes puntos de sanitización.
Esto ocurre porque, según Rolla, quienes se entrenan “valoran el haberse recuperado un lugar para sociabilizar”. Además, el profe recalca que “van viéndose caras nuevas” -lo que implica una renovación, como él destacaba- y resalta que la frase más recurrente es que “gracias a Dios podemos hacer esto”. Entrenar es sano. Y la gente lo sabe.
Pero, ¿cómo es hacer Musculación en modo outdoor, por ejemplo? “Cambia el lugar, sí, pero te acostumbrás a lo nuevo. Además en nuestro caso puntual, por la mañana vemos salir el sol y al atardecer, disfrutar de ese espectáculo mientras te entrenás es único”. El cambio funcionó para mantener el confort de siempre, pero con un nuevo estilo. ¡Sigamos entrenando!