Fuente: Punto biz- Llegó a tener tres sucursales en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, y fueron pioneros en incorporar un nuevo método de entrenamiento.
Llegó a tener tres sedes en Rosario, pero la pandemia golpeó el negocio y obligó a achicarse. Con un gym en Alberdi y ahora nuevos dueños, la apuesta pasa por recuperar posiciones y eligieron el centro para desembarcar con un segundo club de entrenamiento. Active hizo punta en 2016 con un nuevo método de ejercicios -diferente al tradicional de un gimnasio- y son muchos los rosarinos que hoy eligen esta modalidad.
“Nuestra es empezar a sumar gente a la actividad de una manera divertida. El entrenamiento para nosotros es algo amigable, fácil, motivador, y que te tiene que generar ganas de ir como a los clubes de barrio, donde antes te quedabas a tomar unos mates y generabas vínculos con el otro”, refirió a Punto biz Matías Altamirano, al frente de la franquicia de Active en Rosario en sociedad con Lucía Bordenave. El nuevo espacio de Paraguay 570 (entre San Lorenzo y Urquiza) tendrá aproximadamente unos 250 m2 y estará operativo para septiembre.
Cadena de gimnasios recupera posiciones y abre sede en el centro
Aparte de la sede de zona norte, llegó a tener otras dos sucursales en el centro. Lo cierto es que el sector gastronómico de bares y restaurantes, la industria del entretenimiento, salones de eventos, y los gimnasios y actividades deportivas fueron algunas de las áreas productivas que más sintieron el golpe de la pandemia; entre ellas Active. Con nuevos gerenciadores, las obras están previstas para que arranquen a mitad de este mes y abrir en primavera. Hace siete años que la marca llegó a Rosario y están armando otro equipo de entrenadores para sumar al centro fit.
Cadena de gimnasios recupera posiciones y abre sede en el centro
Active nació en 2010 como una propuesta contraria a la tradicional de gimnasio y con la premisa de que entrenar es una excusa para divertirse. Se trata de un estilo desarrollado por argentinos sobre la base del popular entrenamiento funcional que apunta desterrar la idea de que la actividad física se emparenta con «sufrir», cambiando los ejercicios de músculos con aparatos por movimientos que se realizan cotidianamente (empujar, traer, rotar, saltar, correr) e incluyendo al juego como parte de la rutina.
“La idea es abrir otros locales. Había tres en Rosario cuando yo era profesor, pero después quedó sólo la sede de Alberdi. Si todo va bien, en nuestros planes está abarcar la mayoría de la ciudad porque hay gente por ahí que va a entrenar, se toma dos colectivos y viaja una hora para estar 45 minutos ejercitándose”, precisó Altamirano. Aunque el inmueble es más pequeño -450 m2 tiene el de Alberdi-, la experiencia será la misma.