Fuente: La Nación – Balones conectados: la tecnología en la pelota, el propio corazón del fútbol. El balón comienza a brindar información valiosa que puede ser utilizada para aspectos reglamentarios que serán discutidos para completar el análisis de la calidad y el progreso de un futbolista en el camino de su evolución.
La profundidad en el uso de los datos en el fútbol alcanza cada vez más al elemento sobre el que gira todo el sentido del juego: el balón. Bien tratada, mal tratada, con mucha posesión o “prescindiendo de ella” como dice la literalidad del lugar común, la pelota comienza a brindar información valiosa que puede ser utilizada para aspectos reglamentarios que serán discutidos -el sistema semiautomatizado del offside de Qatar 2022-, pero especialmente para completar el análisis de la calidad y el progreso de un futbolista en el camino de su evolución.
El fútbol, especialmente en la Argentina, atraviesa una etapa de polémica adopción de los recursos tecnológicos puestos en evidencia con el deficiente uso del VAR. La discrecionalidad y el criterio global de la utilización de la herramienta -su uso no determina situaciones inapelables, sino que abre nuevas instancias de debate- son confundidos con el recurso mismo. Sería como afirmar que una linterna sirve para encandilar a un explorador y no para poder caminar en la oscuridad de un bosque. Tecnología lumínica mal empleada.
Que un balón conectado sirva para determinar una posición adelantada apenas representa una faceta de su funcionalidad. La unión entre Kinexon -compañía de tracking deportivo en tiempo real- y Adidas derivará en el uso de la primera pelota que generará datos en la historia de los Mundiales, pero no en la historia del fútbol: Bundesliga ya experimenta con esta tecnología. Kinexon pondrá en marcha en Qatar un sensor de medición inercial, situado en el centro del balón, que enviará un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permitirá detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se impacta en la pelota.
Una tecnología del golf y el beisbol, llega a las juveniles del fútbol alemán
“Quiero destacar que Adidas ha hecho un gran trabajo en esto (la inclusión del sensor) porque los jugadores no notan nada cuando juegan. Podemos generar datos de alta resolución que luego se combinan con otras métricas para comprender mejor lo que sucede en un partido”, comentó recientemente Max Schmidt, co-fundador de Kinexon en un webinar organizado por la publicación especializada SportTechie.
Velocidad, direcciones, alturas y efectos: todo eso puede ser capturado por cámaras y sensores cuando se rastrea el destino de un tiro libre, un penal o los pases de un partido del fútbol. Esas métricas pasan a otro nivel cuando pueden ser adoptadas para medir la evolución de un jugador. La Federación Alemana de Fútbol acaba de anunciar un convenio con TrackMan, una compañía que hará su primera experiencia en el fútbol luego de analizar lanzamientos y curvas en deportes como el golf y el beisbol, con jugadores profesionales y amateurs.
El sistema se basa en cámaras que rodean al futbolista y un panel ubicado detrás de los arcos. Esta tecnología de radar proporciona datos de vuelo de la pelota en tiempo real, velocidad del disparo, el eje de giro y la velocidad de ese giro, el ángulo de lanzamiento y el tiempo de vuelo. Cuando se combina con otras métricas como la altura del arco, la cobertura del arquero y la oportunidad de anotar, proporciona información sin precedentes en áreas del juego nunca antes exploradas. La Federación alemana utilizará estos recursos en su academia juvenil para usarlo en los entrenamientos como un nuevo parámetro de mejora de sus futbolistas.