En Mendoza por los costos crece la venta de artículos deportivos usados

Fuente: Los Andes – Las trabas a la importación han provocado faltantes en la oferta de productos. En el Gran Mendoza, hay dos tiendas especializadas en esta modalidad.

Las restricción para las importaciones de artículos deportivos ha generado un incremento en la demanda de productos usados en el mercado. Desde ventas de garaje hasta la búsqueda en publicaciones aleatorias en internet, los consumidores buscan opciones más accesibles y disponibles ante la falta de oferta de artículos nuevos en el rubro. En Mendoza, después de la pandemia, abrieron dos tiendas que se han especializado en la venta de material usado para la práctica de deportes tradicionales y también de los considerados extremos.

Durante la temporada de invierno, en nuestra provincia, la demanda de artículos deportivos relacionados a la nieve y a otras disciplinas de montaña alcanza su punto máximo. Para la práctica de esquí, por ejemplo, que requiere de un equipamiento adecuado, comprar una bota en una plataforma de e-commerce o en una página especializada la oferta de artículos nuevos para Argentina puede ser limitada. En Amazon, con una demora en la entrega de 30 días, una bota de hombre cuesta entre U$S 384 y U$S 549; en Mercado libre, por un artículo de una calidad similar, los precios van desde los $ 261.775 hasta los $ 322.420.

Tomás González, propietario de la tienda de artículos deportivos usados Backflip en Chacras, confirma esta tendencia. Él explica que la falta de importaciones y también el incremento de los precios en el exterior han contribuido a la alta demanda de productos usados. Cuenta que una bota de esquí que antes costaba cerca de U$S 400, puede llegar a valer entre los 600 y 800 dólares debido a la inflación que tienen los países que son fabricantes. “Esto ha generado un interés considerable en el público por encontrar buenas ofertas y también precios más accesibles”.

Equipos básicos

En Backflip se ofrece una gran variedad de artículos deportivos usados, especialmente aquellos que están enfocados en los deportes extremos de invierno. “Entre los productos más demandados por el público se encuentran los pantalones, camperas, botas, esquíes y tablas de snowboard. Todos estos artículos son usados y se adquieren a través de consignación o compra directa”, cuenta González. Explicando que una bota usada tiene un rango de precios muy grande porque además del modelo, estado y características de la bota, una bota de niños tiene un valor dese los $ 40.000 hasta la bota usada de adultos de U$S 550.

Para el dueño de la tienda, que tiene un aire industrial entre hierro y madera, “lo mismo que sucede con las botas, ocurre de las tablas de esquí. Hay opciones desde los U$S 70 a los U$S 850″. Aclarando que en el mundo, un esquí hoy de fuera de pista, de travesía, tiene un valor superior los U$S 1.000. Mientras que al hablar sobre la dinámica del negocio, que tiene un año de antigüedad, destacó que ofrece distintas opciones para los accesorios: dejarlos en consignación, venderlos a un costo de usado, permutarlos o canjearlos.

Sin embargo, no todos los productos tienen la misma demanda. Tomás comenta que anteriormente tenían bicicletas a la venta, pero decidieron dejar de ofrecerlas debido a la fuerte competencia en el mercado y a la tecnificación de las bicicletas. “decidimos no tener más porque es un mercado que se ha tecnificado mucho con el rodado 29, también porque hay muchas bicicleterías en Mendoza que toman las bicis usadas como parte del pago; teníamos muchas rodado 26 y, por más baratas que las ofrecimos, no las pudimos vender”.

Tomás González se inspiró en un negocio que vio en los Estados Unidos, donde trabaja como instructor de esquí. Él señaló que el modelo de negocio contempla “el reciclaje y el cuidado del medio ambiente”.
Tomás González se inspiró en un negocio que vio en los Estados Unidos, donde trabaja como instructor de esquí. Él señaló que el modelo de negocio contempla “el reciclaje y el cuidado del medio ambiente”.

Entre la pandemia y los deportes X

El enfoque de la tienda también está orientado hacia los deportes acuáticos, como el kitesurf, el wakeboard y el esquí acuático, ya que son populares durante el verano. La idea de Backflip (que significa ‘salto hacia atrás’, uno de los trucos más utilizado en los deportes extremos) surgió hace aproximadamente un año, cuando Tomás González se inspiró en un negocio que vio en los Estados Unidos, donde trabaja como instructor de esquí. Él señaló que el modelo de negocio contempla “el reciclaje y el cuidado del medio ambiente”.

Mientras que durante la pandemia la idea de un negocio comenzó a ser una realidad cada vez más palpable para la familia Huerta y se cristalizó en el mes de octubre del año pasado. Ante la escasez de importaciones de material deportivo, frente a plaza Chile, en Ciudad, Re.use Deportes ha decidido enfocarse en la compra-venta y en la consignación de artículos usados y nuevos, adaptándose a las necesidades del mercado.

Juan Pablo, ex jugador de fútbol once en las inferiores de un club, cuenta que “abrimos el local porque en la pandemia se terminaron las importaciones de material deportivo y creció la demanda del material usado”.

La idea, según relata, es abarcar la mayor cantidad de disciplinas posibles para que todos tengan la posibilidad de equiparse y/o ofrecer su usado, ampliando el enfoque para incorporar la mayor variedad de artículos posibles, evitando limitarse a un sector exclusivo.

Bicicletas, tablas de skate, kayaks, equipos de ski, de snowboard, artículos de montaña y camping, una mesa de ping pong, palos de hockey sobre césped, paletas de padel y tenis, entre otros artículos, son parte el inventario del local.

El funcionamiento es sencillo: dependiendo del artículo y de su demanda, los artículos se compran o se toman en consignación. “Se deben comunicar con nosotros, especificando las características del producto y enviando fotos que permitan verlo en su totalidad. Una vez tomado conocimiento nos comunicamos para decidir si es tomado en consignación o lo compramos”, explica Juan Pablo.

El comerciante agrega que para aquellos artìculos que tomaron en consignación, se establece un contrato por un período de dos a seis meses, con pautas claras para garantizar la transparencia en la operación. “Se hace un contrato por el tiempo que el consignante desee: dos, cuatro o seis meses, ademas de fijar las pautas y el monto que se le daría al consignante una vez que se venda el producto”

La tienda ha experimentado un crecimiento constante en la demanda de productos desde su apertura en octubre de 2022. Durante el verano los cultores de los deportes acuáticos movilizaron las ventas, mientras que ahora “se está preparado una selección de camperas, equipos de esquí, snowboard y también de trekking. El progreso ha sido satisfactorio hasta el momento”, remarca Huerta. Quien aclara que no se han incluido ni botines ni zapatillas en el negocio, porque “no tiene sentido ofrecer solo una talla sin tener disponibles otras opciones”.

Tampoco se han incorporado artículos de pesca, porque entienden que es un mundo en sí mismo. Por último, al describir la demanda comentó que en indumentaria “solo se acepta ropa de invierno. Además se priorizan productos que se puedan probar rápidamente, como camperas de invierno, pantalones de esquí, de snowboard o trekking”. Remarcando que los precios varían de acuerdo a los artículos, talles y modelos.

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