Cancha nueva, albergue y tribunas: así será el nuevo predio de Obras, el gran semillero del voley argentino

Fuente: Tiempo de San Juan – @obrassjvoley Se viene un cambio radical para Obras Sanitarias de San Juan, el gran semillero del voley argentino. El club de calle 25 de Mayo está pronto a encarar un ambicioso proyecto de infraestructura. Se trata de una remodelación total de su predio, que incluye una cancha nueva con techo, cierre perimetral y tribunas, y hasta un coqueto albergue donde podrán concentrar sus equipos. 

El proyecto fue presentado por pedido de la Secretaría de Deportes, que en julio último recibió del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación fondos por 113 millones de pesos para infraestructura deportiva. El desembolso de los fondos será a través de dos importantes programas nacionales: «Polideportivos en Obras» y «Clubes en Obras». En este contexto, Obras será uno de los beneficiarios. 

Los trabajos edilicios comenzarán entre febrero y marzo del año que viene, una vez que finalice la temporada de verano. Obras, además de ser un símbolo del voley sanjuanino y argentino, tiene su popularidad por su pileta y costado social. De hecho, el club se fundó en 1968 con la natación como deporte “madre”. Recién en 1968 dio inicio con el voley, convirtiéndose en la disciplina estrella en sus casi 83 años de vida. 

Este proyecto de remodelaciones, ejecutado por la dirigencia y el ingeniero Fernando Andrés De Stefano, pretende agigantar aún más el fenómeno del voley en la institución. Por eso está previsto la construcción de una cancha nueva, con piso flotante, techo y cierre perimetral. Esto les permitirá entrenar ininterrumpidamente en su propia casa: a veces el equipo profesional practica en el Ambrosini de la UNSJ. Además, podrán jugar en su propia cancha cada vez que les toque ser local en la Liga de Voleibol Argentina.

Dentro del predio se levantará un moderno gimnasio, que estará ubicado a pocos metros de la cancha. También edificarán un albergue con capacidad para 32 personas, vestuarios, un coqueto comedor, una sala de conferencia y sanitarios. Por otro lado, quieren extender el predio hasta la sede de Drogas Ilegales, que queda al lado y podría instalarse en otro lugar. 

«Es un sueño de muchos años y que gracias a todo lo que se hace en deporte en nuestra provincia, vamos a concretar. El proyecto ya tiene la aprobación correspondiente y se espera que en marzo comiencen las obras, esto es porque se acerca la temporada de verano y no se puede interrumpir la misma. Si todo sigue según se ha proyectado, en el año 2022 el club tendrá sus instalaciones totalmente remodeladas», expuso María Eugenia Pages, dirigente de Obras. 

La medalla de bronce de Matías Sánchez y Bruno Lima en los Juegos Olímpicos de Tokio es fruto del enorme trabajo en inferiores de Obras Sanitarias de San Juan. Los voleibolistas estuvieron juntos por primera vez en una cita olímpica y el nombre de Obras otra vez cobró fama mundial.

Ambos jugadores se iniciaron de chiquitos en la institución de calle 25 de Mayo. Matías estuvo muy involucrado al club por sus padres Rodolfo “Yeyo” Sánchez, exentrenador, y su mamá María Eugenia, que ocupa un lugar en la dirigencia de la institución. El caso de Bruno es similar, ya que arrancó en el voley con seis años

Pero no fueron los únicos medallistas olímpicos. También lo fue Federico Pereyra, de gran trayectoria en el voley nacional e internacional. El opuesto sanjuanino también tuvo un paso memorable, en lo personal, por Obras. Si bien se inició en la UVT, con la “Gotita” debutó en la Liga Argentina cuando apenas tenía 15 años.

La lista de promesas que se convirtieron en realidad de la mano de Obras y llegaron a unos Juegos Olímpicos es larga. En 1984 los primeros en llegar a unas olimpiadas fueron los sanjuaninos Raúl Quiroga y Leonardo Wiernes, convocados para estar en Los Ángeles. Ambos integraron una generación gloriosa del voley nacional, ya que antes de esa cita lograron el tercer lugar en el Mundial de 1982 que se disputó en Argentina. En 1988, ya sin Wiernes como compañero, Quiroga logró la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl, convirtiéndose también en el máximo artillero del equipo en esa edición.

Otro de los hijos pródigos de Obras y que tuvo el privilegio de ser parte de unos JJ.OO es Rodrigo Quiroga, sobrino de Raúl e hijo de Daniel “Nito” Quiroga, quien fue pieza ilustre del voley y un referente del club sanjuanino. El receptor punta estuvo en Londres 2012, edición en la que fue compañero de Pereyra. Jorge Elgueta y Alejandro Spajic también dejaron su huella en Obras y en unas olimpiadas.

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