Remar en la sequía: el canotaje es una de las actividades más afectadas por los bajos caudales

Fuente: Neuquén Al Instante – La situación de sequía es crítica. La falta de nieve y precipitaciones llevó al gobierno a declarar la emergencia hídrica y productiva el pasado lunes, pero el bajo caudal de agua no sólo afecta al turismo invernal y a la industria, sino también a quienes habitan, entrenan y viven de las actividades acuáticas en los brazos del Limay.

Desde hace semanas se puede observar la escasez extrema de agua en el brazo donde se encuentran los clubes Biguá, Santafesino, Cepron y el Balneario Municipal. La postal es triste, el rió está casi seco y las orillas tomaron la extensión de una calle de tierra.

La situación impide que aquellos que se dedican al canotaje y otras actividades de remo, puedan llevar adelante sus entrenamientos de la forma adecuada.

Desde las escuelas de canotaje crece la preocupación e indican que el caudal siempre sube y baja en esta época del año, pero aseguran que lo de este año es un caso distinto, una situación de gravedad por la baja del caudal.

La medida, anunciada por el gobernador Omar Gutiérrez, será por seis meses, con la posibilidad de prorrogar por otro período igual de tiempo, y contempla la asignación de partidas por 800 millones de pesos para la realización de obras que garanticen la provisión de agua para consumo y riego.

La medida del gobierno provincial se suma a la implementada hace dos semanas atrás por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que también declaró el estado de emergencia hídrica en la región, debido a la persistente sequía que se manifiesta hace más de una década pero que en la actualidad llegó a su punto más crítico.

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