Fuente : NoticasNet – Fueron varios meses los que estuvieron cerrados los gimnasio en la Comarca cuando se desataron los casos de coronavirus en Viedma y Patagones. Muchos propietarios debieron buscar alternativas para solventar los gastos y varios se vieron obligados a cerrar ante los inconvenientes económicos generador por la pandemia.
Pero para Nazareno Dianesi apareció una oportunidad en medio de la crisis que tuvo sus frutos. «Cuando comenzó la pandemia y nos cerraron los gimnasios se nos complicó mucho para encontrar una solución y qué hacer. Primero empezó alquilando equipos del gimnasio y después me contacté con un amigo que hace trabajos de herrería para empezar a fabricar bancos planos», explicó en diálogo con Noticias de la Costa.
El proyecto de su fábrica de máquinas se llama «Animal» y es el único en la Patagonia. «Vendimos algunos y alquilamos otros, pero después por una cuestión personal mi amigo dejó de trabajar con esto y entonces contraté a dos herreros que iban haciendo las máquinas que yo diseñaba. Pude vender en Stroeder, en un gimnasio completo en San Antonio Oeste y también para algunos kinesiólogos de acá», contó Nacho.
«Lo bueno fue que pude aprender ayudándolos a ellos y me pude hacer mis propias máquinas para mi gimnasio. Aprendía a cortar, a molar, a soldar, y así me fabriqué mis aparatos. A todas las máquinas las hicimos con los mejores elementos. Les compramos cables importados, roldanas fénix, mientras que algunas cosas las consigo acá y otras las mando a pedir a Buenos Aires, Córdoba, y Entre Ríos», relató el instructor local.
El trabajo que inició Dianesi hoy en día lo ayudó a tener sus propios aparatos para entrenamiento.
«Esto me permitió inaugurar esta semana una sala de musculación, que tiene todo olímpico, con banco plano, inclinado, scott, sillones de hombros, romano, para dominadas, abdominales y fondo de tríceps, polea enfrentada, sillón de cuádriceps y también uno individual para cada pierna, camilla femoral, prensa para cadera y glúteos, y mancuernero», sostuvo.
«Hoy día gracias a Dios estamos teniendo buenas ventas. Vendimos un par de máquinas esta semana y los elementos para armarlas voy y los compro yo, después corto los caños, los sueldo, y las armo. Me ayuda también Sebastián Rodríguez, que es un nadador de aguas frías que también labura de esto y me va ayudando y guiando con algunas cosas», cerró Dianesi.