Fuente: Agrofy News – Vanina Martínez, la ingeniera agrónoma, que estudió la carrera en la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Oro Verde, de Entre Ríos; “Mi establecimiento es la cancha», cuenta.
El fútbol convoca multitudes alrededor del mundo, y genera miles de millones de dólares incluso en los países más pobres. Solo en la FIFA hay afiliadas 211 naciones o territorios que forman parte del máximo ente regulador de la disciplina, de los 194 estados soberanos reconocidos por la ONU; esto se debe a la magnitud y el poder de convocatoria del deporte más popular de las últimas décadas.
Si bien en torno a la práctica hay una serie de personas que hacen posible que el fútbol se desarrolle en las mejores condiciones, puede resultar impensando que el agro también esté involucrado en este deporte tan popular.
Vanina Martínez, fútbol y agro
Uno de los oficios más desconocidos, y que en la mayoría de las veces es pasado por alto en el mundo deportivo, es la tarea del canchero. Casi siempre se lo menciona solo cuando el estado del campo es malo, se inunda o está mal cortado. La mayoría de las veces se esconde detrás una labor hormiga de la gente que se dedica a hacer este trabajo, que conoce y estudió para hacerlo, como es el caso de Vanina Martínez, una ingeniera agrónoma especialista en césped deportivo que en los últimos años perfeccionó su oficio en el fútbol.
“Mi establecimiento es la cancha. Todos son agrónomos de vacas y granos, pero desde estudiante tuve un perfil distinto al del profesional común, en ese tiempo fui becaria del Jardín Botánico de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Oro Verde, de Entre Ríos, para entonces sabía lo que quería”, dice Vanina. En 2008 formó parte del equipo de Sede Golf, trabajó con las del Club Atlético Estudiantes de Paraná y desde 2017 es la encargada del proyecto de las canchas del Club Atlético Patronato. Su expertise son las canchas de golf, rugby y fútbol.
En la facultad, mientras el resto de sus compañeros hablaban de la agricultura, granos y animales, ella se enfocó en la conservación de las plantas, el paisajismo y el césped, pese a que en toda la carrera sólo tuvo una materia que duró una semana y fue enfocada únicamente en esta hierba. Su espacio de knowledge genera muy poca oferta laboral, por lo que ella misma reconoce que pensaba que no iba a ser fácil ingresar a ese mundo acotado.
“Se me dio bastante rápido, pero no abunda la oferta laboral en canchas. Hoy tengo un equipo de cancheros. Hago planes semanales de trabajo. Hacemos un trabajo intenso en el predio de entrenamiento y en el estadio”, señala. Vanina trabaja con dos equipos que se encargan de poner a punto las canchas del club de la Liga Profesional de Fútbol Argentino. Uno, indica, está a cargo del mantenimiento y fertilización del predio de entrenamiento y el otro lo hace en el estadio.
“Se intercambian los trabajos en el predio y la cancha. Nosotros solo nos encargamos de ejecutar el plan de trabajo que va de la mano de los entrenadores. Ellos me informan qué cancha trabajar, mientras uno está usando alguno de los predios de entrenamiento”, asegura. Para involucrarse en todo lo deportivo, Vanina rescata del agro lo que tiene que ver, principalmente, con lo aprendido en la carrera de agronomía. “Después trabajamos el suelo, la fertilización, el manejo de plagas, que es lo mismo que hace una persona que se dedica al campo. Pero yo toda la carrera la fui volcando en esto: mi establecimiento es la cancha”, agrega, entre risas.
El Campeonato Mundial de Rugby Juvenil
En 2010 tuvo una oportunidad que le cambió la vida: fue convocada por la Unión Entrerriana de Rugby para preparar las canchas donde se iba a disputar el Campeonato Mundial de Rugby Juvenil del que la Argentina fue sede. “Estuvimos a cargo de la cancha principal, la sede de Paraná, Santa Fe y Rosario”, enumera. La siguiente aventura en este rubro poco común llegó de la mano del golf, donde hablaba de “green, rough, top dressing y fairway”, que son las capas o el terreno que tiene que haber de acuerdo al sector donde se desplacen los deportistas.
El green, es la zona del pasto que está cerca del hoyo para que la pelota se desplace con mejor facilidad. El rough es el de la zona de los árboles. El fairway, el de la calle y hay uno que se utiliza en el fútbol en el último tiempo: top dressing con capa de arena. “En green de golf se acepta el corte tan bajo como sea posible. El fairway es para el uso deportivo. Las canchas tienen la carpeta de césped que se llama césped bermuda”, extiende. Este último también es conocido como grama fina o gramilla y tiene algunas variedades mejoradas que son usadas en canchas en general, jardines, parques y plazas.
“La Asociación Argentina de Golf (AAG) nos ofrece capacitación en el estado de las canchas con gente de Estados Unidos e Inglaterra. Son encuentros enriquecedores y yo me fui metiendo en el mundo del césped porque tiene muchos tipos de mantenimiento”, señala.
Para conservar el estado impecable de una cancha de fútbol, por ejemplo, los expertos tienen que hacer una suerte de recambio de la grama que va de acuerdo con la estación climática. “Se hace una resiembra invernal, con el frío se rompe y se pela todo. Algunas veces se hacen mezclas de ambos, para continuar con la carpeta verde. Durante otoño y primavera se hace una resiembra y reflota la bermuda para verano”, indica de su labor como agrónoma. Por otro lado, destaca que “el rye grass” es apto para climas templados e invernales, ya que resiste muy bien el frío, pero no a las altas temperaturas.
En el fútbol, su última aventura, la altura del corte que tiene que hacer varía dependiendo cada uno de los técnicos y los requerimientos que haga a la hora de los entrenamientos o los partidos. Pero la altura reglamentaria de la FIFA y que sugiere la AFA va de 1,5 cm a 2,5 cm, después, cada entrenador decide cómo quiere el césped conforme a su plan de trabajo, explica la agrónoma.