Fuente: TN – Las entidades deportivas, así como toda organización de cualquier rubro, necesitan implementar los recursos a su disposición para reducir el riesgo de no alcanzar las metas propuestas. Para ello, emplean conceptos y herramientas que, mediante una capacitación pertinente, son adquiridas como propias y puestas al servicio de las distintas áreas de la organización para mejorar los resultados. Los datos nos aportan parámetros que de otras formas nos llevarían tiempo y esfuerzo además del mayor riesgo al error.
Hoy en día, se están utilizando las tecnologías en los deportes, en los deportistas, en sus rendimientos, sus métricas y en sus horizontes. Ya muchas entidades descubrieron sus beneficios y mediante procesos de inmersión están afrontando el cambio de rumbo. Los alcances también pueden observarse a nivel comercial: son cada vez más las instituciones que empiezan a comprender la necesidad de gestionar los recursos empleando indicadores y objetivos, como también utilizar design thinking y metodologías ágiles, entre otras herramientas para mejorar sus procesos.
Sustentabilidad y rentabilidad
Es una realidad que la digitalización es un camino que lleva su tiempo y que dentro de las organizaciones siempre tiene detractores. Existe un concepto ya bastante conocido y que es el de Inmersión Digital, un cambio de paradigma, un mindset que hay que trabajar para lograr que la “entidad toda” empiece a pensar y a conducirse al rumbo deseado.
De esta manera, las entidades deportivas modernas basan sus estrategias en dos vectores fundamentales: sustentabilidad y rentabilidad. Por sustentabilidad, entendemos la fidelización de los socios o fans, del posicionamiento de marca y productos, del prestigio, de las estrategias de cuidado del medio ambiente, de la inclusión. ¿Nos son útiles las herramientas digitales para estos fines? Como hemos visto, obviamente se hacen imprescindibles.
En el caso de la rentabilidad, es clave comprender que la demanda ya está bastante agotada para el producto tradicional y “caballito de batalla” de nuestra institución; es por ello que debemos trabajar sobre nuevos productos. Y para eso, son fundamentales la medición de los prototipos que creamos y la comparación con los productos de la competencia,
Quienes no inviertan en tecnología y no se profesionalicen en este sentido empezarán a perder terreno de manera paulatina.
En la Argentina de a poco se están naturalizando estas tendencias. Actualmente, el mercado de los clubes y/o entidades deportivas (federaciones, comités y gimnasios) puede dividirse en tres sectores; por un lado las organizaciones full digitales, tales como las empresas y clubes de esports; las grandes entidades, con algunas áreas o sectores con inmersión digital; y la gran mayoría, compuesta por quienes continúan apostando a su “monoproducto” y siguen echando culpas a la situación social, económica y cultural de un segmento de mercado agotado, mediante una gestión con amplio nivel de riesgo de fracaso.
Es una realidad que quienes no inviertan en tecnología y no se profesionalicen en este sentido empezarán a perder terreno de manera paulatina. Porque, sucede en cualquier mercado y también en el ámbito deportivo; quien no se adapta, queda fuera de competencia.