La matrícula de los gimnasios cayó un 30 por ciento en San Luis

Fuente: El Diario de la República – El declive en el sector empezó a notarse en octubre y se agravó  con la inflación y el ajuste económico.

La crisis económica castiga a todos sin importarle rubro o categoría. Eso ocurre también con los gimnasios sanluiseños que, aunque sus dueños recorten gastos y lancen promos, sienten el impacto y cada vez reciben menos alumnos para entrenar y ponerse en forma. La disminución pisa el 30 por ciento, según comentaron propietarios y encargados a El Diario de la República durante un relevamiento realizado en los últimos días. 

La caída de los alumnos o atletas en los diversos gyms comenzó a verse con claridad allá por septiembre y octubre, una franja de tiempo en la que, generalmente, la gente que había suspendido la práctica vuelve al box con la idea de ponerse en forma de cara al verano.

Sin embargo, esos atletas «golondrinas» no llegaron. Lo que fue una clara alarma de lo que ocurriría desde ahí en adelante. Poco a poco, los clientes sintieron el impacto inflacionario en los bolsillos y las nóminas de inscriptos se desinflaron notablemente.

La reacción golpea mucho más al sector porque hay dueños o profes que pagan alquiler por sus salones. Las actualizaciones del sector inmobiliario son altísimas y muchos, para no cerrar, trasladaron esa suba a los alumnos o deportistas. 

«Nosotros practicamos crossfit, musculación, calistenia y hacemos entrenamientos específicos a deportistas. Tenemos un buen plantel de alumnos, pero se sintió mucho la merma. La inflación y el ajuste actual se sintieron mucho, se nota bastante. Desde hace dos meses, si bien los números no nos dieron en rojo, tampoco obtuvimos rentabilidad. Da mucha impotencia porque chicos que venían siempre comenzaron a desistir. Hoy al menos dos turnos completos ya no vienen a entrenar. Es el primer gasto que recorta la gente», contó Martín Moyano Pascual de Jaguar Gym. Allí los precios van desde los $6.000 a los $8.000 tres días por semana al mes, según lo que la persona quiera practicar.

Otros profes optan por absorber algunos gastos para que la suba no impacte en el bolsillo de los alumnos. Incluso arman promos para que nadie deje las barras y las pesas. 

«Buscamos recortar gastos como la luz y lanzamos promos para los alumnos. Ahora abro hasta los sábados todo el día para que tengan un día más de prácticas. En nuestro caso, por ahora, mantuvimos la cantidad de alumnos de powerlifting porque tuvimos competencias y nadie dejó sus entrenamientos», contó Julián Suárez, coach de La Cueva del Vikingo.

«El incremento de los alquileres siempre complica, además de afrontar otros gastos fijos, pero buscamos hacerle frente y seguir adelante», agregó el profe.

Subas por etapas

En algunos casos, además de los alquileres carísimos, los propietarios también tienen profes de Educación Física a cargo de las diversas actividades. El objetivo es que ese personal mantenga sus puestos de trabajo y aunque los incrementos de las cuotas son la única salida, hay gimnasios que lo hacen por etapas.

«La suba de precios hizo que mucha gente dejara de venir porque toma en cuenta otras prioridades. El gimnasio es lo que primero recorta en cuanto a sus gastos. A su vez, la temporada de verano es baja para los gimnasios porque las personas salen de vacaciones y llegan las Fiestas. Si a eso le sumás que tuvimos que subir la cuota, la gente viene menos. De todos modos, le buscaremos la vuelta porque no queremos dejar afuera a ningún trabajador», comentó Cristian Cicconi, de Control GyM, en Juana Koslay.

«Subimos los precios. Pero no de un modo abrupto, sino en dos veces. Los aumentos serán del 30 por ciento este mes y en febrero haremos un 20. A su vez los costos fijos que tenemos son altos. Mucha gente trabaja con nosotros y queremos que todos preserven su lugar de trabajo. Es una situación complicada, pero haremos lo posible por mantenernos a flote», señaló Cicconi.

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