Fuente: La Nación – Cuando el Gobierno decretó la cuarentena en la Argentina debido a la pandemia de coronavirus, en marzo de 2020, Juan Pablo, Rosario y Antonio pensaron que el proyecto que acababan de lanzar días atrás se había frustrado y que el tiempo y dinero que habían invertido había sido en vano. Por aquel entonces, con todo el país confinado, no se imaginaban que encontrarían una oportunidad en medio de tanta incertidumbre.
Hoy, más de un año después, están al frente de “OnDesker” y “OnDepor”, dos plataformas que permiten organizar de forma más efectiva los espacios en oficinas y lugares deportivos. Con clientes en Perú, Ecuador, México, Nicaragua y Chile, el emprendimiento no para de crecer.
Primero nació “OnDepor”, una herramienta para organizar los espacios y actividades de los clubes sociales deportivos, barrios privados y consorcios. “La solución nació cuando vimos que se hacía difícil practicar los deportes que nos gustaban por problemas de organización. Perdíamos horas para poder entrar a una cancha o buscando dónde jugar”, contó a LA NACION Juan Pablo Ganzabal, uno de los tres desarrolladores, junto a Rosario Ganzabal, la programadora del equipo y Antonio Raimondi, ingeniero civil y socio inversor.
Al comienzo, la idea fue crear una app que funcionara como una solución específica para el tenis, ya que los tres socios practican ese deporte. Después de varios años de pensar el proyecto, en 2019, decidieron que podían extenderlo a otras actividades. En marzo de 2020, lanzaron la herramienta, pero 10 días después se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) por coronavirus, por lo que todos los espacios deportivos tuvieron que cerrar las puertas. “Pensamos que habíamos hecho un esfuerzo enorme en vano, pero después de sufrir un poquito al principio, luego nos dimos cuenta de que, cambiando la cabeza y entendiendo la oportunidad, se iban a abrir otros caminos”, expresó Ganzabal, que es ingeniero civil y trabajó durante más de 15 años en el sector inmobiliario.
En un contexto tan incierto y cambiante como el que trajo la pandemia, tuvieron que adaptarse. En principio, reformularon las opciones de la app para adaptarla a los tiempos que corren. Así, a través de OnDepor se puede acceder a un calendario online multiusuario, menú de reservas y cancelaciones, gestión de socios e invitados, pago digital, reportes y coordinación con profesores, pero también se pueden realizar las declaraciones juradas de salud y controlar el aforo de los clubes y espacios deportivos. Empezaron con 17 clubes con entre una y tres actividades cada uno y, un año después, trabajan con 70 clubes, barrios y consorcios.
Durante el año pasado, algunos socios que empezaron a utilizar la app les sugirieron que algo similar podría funcionar bien en sus espacios de trabajo. “Hicimos un análisis de mercado y vimos que había una necesidad. Lejos del drama que fue al principio, logramos que sea una oportunidad y nos reinventamos”, manifestó Ganzabal. “Tomamos parte de las soluciones que ya teníamos y desarrollamos otras más específicas para el mundo corporativo”, agregó. En febrero de este año, lanzaron la primera versión de OnDesker, una plataforma permite organizar los espacios y actividades para obtener el uso más eficiente y justo en las oficinas.
Mientras atraviesan la pandemia y sus consecuencias, las empresas ya empezaron a planificar una vuelta diferente. Después de más de un año de trabajo remoto, muchas oficinas, que hoy están vacías, probablemente serán ocupadas de otras formas. En este contexto, varias compañías vieron la oportunidad de reducir costos fijos dejando metros cuadrados, pisos e inclusive edificios enteros para pasar a un modelo de espacio compartido: puestos rotativos y sitios flexibles que cumplan con nuevas formas de encuentro y trabajo, que se adapten a cada rubro y hasta área dentro de la empresa.
“El coronavirus aceleró algunos procesos que ya se venían dando de forma gradual. En nueve de cada 10 empresas, el home office llegó para quedarse, al menos con una modalidad híbrida. Eso se tradujo en una oportunidad para ajustar y reducir los espacios, generar un ahorro y optimizar el uso”, remarcó Ganzabal. OnDesker es una herramienta para gestionar los lugares y recursos compartidos dentro de los trabajos. Es una app para uso de todos los empleados, que sirve para organizar la utilización de cocheras, escritorios, computadoras, comedores y permite realizar declaraciones juradas de salud y permisos, entre muchas otras cosas.
Una vez que la empresa contrata el servicio, los desarrolladores realizan un asesoramiento especial y determinan los espacios y recursos que se van a administrar a través de la plataforma, junto con todas las reglas necesarias para cada uno de ellos, como cupos y cantidades. Después, los empleados descargan la app, donde con un usuario y contraseña pueden hacer uso de los lugares habilitados de acuerdo al área de la empresa a la que pertenecen. “Pueden buscar puestos, cocheras, bicicleteras, hacer reservas y solicitudes. Además, la herramienta funciona como canal de comunicación, algo muy positivo ya que hoy con menos presencialidad se hace más difícil informar ciertas cosas como restricciones y protocolos”, indicó.
“Hay muchos parámetros orientados a que sea justa la organización. Por ejemplo, si nosotros dos somos empleados de un rango similar, la app ayuda a que no termine pasando que uno siempre usa la cochera y el otro no. Al poder establecer reglas como cupos, cantidades, se empieza a tornar más equitativo y previsible”, detalló Ganzabal.
Para este trío de emprendedores, la idea de compartir espacios y recursos escasos de una manera más eficiente “llegó para quedarse”. “Todos las oficinas se van a convertir en una especie de coworkings”, afirmó Ganzabal. En ese sentido, considera que OnDesker, que recién comienza a utilizarse, “tiene mucho futuro como herramienta”. “Desde lo personal, hace tiempo que tenía muchas ganas de emprender. No voy a negar que a veces uno extraña los beneficios de un trabajo en relación de dependencia, pero el desafío personal, los aprendizajes y la gente hace que todo el recorrido valga la pena”, expresó. “Las claves están en animarse a salir de la zona de confort y mantenerse siempre flexible ante lo que pueda venir”, concluyó.