Abrió en Argentina el primer gimnasio que ofrece entrenamientos con realidad aumentada

Fuente: 0221 – Entren.AR Fitness Center es el primer gimnasio que ofrece una opción totalmente diferente: entrenar con Realidad Aumentada. Está en La Plata.

El desafío que se propusieron los creadores era grande, ya que se trata de una experiencia totalmente novedosa. Entren.AR es hoy el primer gimnasio del país basado en realidad aumentada. Un centro de entrenamiento funcional que buscó combinar lo mejor del mundo virtual y real en grupos de trabajo reducidos y personalizados.

Entren.AR Fitness Center, el gimnasio de La Plata que ofrece un entrenamiento distinto

“Hoy día todo el mundo es consciente de que hay que hacer actividad física, y la gran mayoría sale a la búsqueda de opciones diferentes. Por eso vemos que surgen nuevas opciones todo el tiempo, distintos formatos de gimnasios, sin profesores o con profesores, más personalizados, porque la gente va buscando lo que más le cierra. Y cuando comenzamos a trabajar sobre la base de esta idea, hicimos un estudio amplio y no encontramos esto en ningún lugar del país, y dos únicos casos en Estados Unidos y España, pero muy poco… por lo que sabíamos que había muchísimo por explorar por delante”, relata Álvarez con entusiasmo.

—¿Cómo se entrena concretamente con Realidad Aumentada?

—La realidad aumentada (AR) es una tecnología que combina datos virtuales con el entorno físico, y funciona utilizando elementos como la cámara, el GPS y los sensores de movimiento para reconocer y seguir objetos o espacios físicos. Así, los cascos de AR muestran información “extra” y pueden incluir cámaras frontales y traseras y sensores de proximidad para dar cierta “visión en 360 grados”, de modo que quien lo usa pueda recibir información sobre cosas que están detrás suyo o en sus puntos ciegos de visión sin necesidad de mover la cabeza.

El gimnasio propone la experiencia equipado con cascos de tercera generación, que son fabricados por Meta (los creadores de la red social Facebook) y de venta libre. Conforme fue avanzando la tecnología, estos cascos tienen un mínimo peso y una mayor confortabilidad, necesaria para que el usuario pueda moverse libremente y no lo sienta como una incomodidad. “Conocemos desde la primera generación de cascos hasta la última, y es evidente que todo tiende a ser cada vez más pequeño y práctico a medida que avanza la tecnología”, apunta Álvarez y al mismo tiempo admite que buscaron agregar todavía más confort al implemento: “El desafío era hacerlo más confortable aún y lograr familiarizar a la gente que en su mayoría no conoce un casco ni nunca lo usó. Les incorporamos un sostén diferente, y una cobertura de silicona por un tema de higiene”.

Álvarez, tanto como sus compañeros, sabían que debían sortear todo lo que pudiera causar recelo o incomodidad en el usuario, y lo hicieron a partir de minimizar el contacto de la persona con los instrumentos. Así, quien entrena sólo debe colocarse el casco y hacer los ejercicios sin ocuparse de un joystick ni nada extra, de modo que la dinámica fluya y no pierda segundos en adaptarse o entender más allá de lo imprescindible de la metodología.

“Una clase típica de entrenamiento funcional con AR está compuesta por 4 estaciones. Arranca con 10 minutos de movilidad y activación de los músculos”, cuenta Camila Rodríguez, integrante del grupo de profesores responsables de las clases con AR. Y detalla: “De ahí pasamos a la primera estación, un precalentamiento con una mayor activación y luego la siguiente estación que ya es con visor, y dura aproximadamente 12 minutos. Finalizada esta parte, continúa en el circuito de funcional con peso libre (3 rondas), y posteriormente la estación de bicicletas fijas que también es con visor, para luego pasar a la cuarta y última estación de funcional”.

Una nueva forma de entrenar en La Plata

Se trabaja en grupos de 10 y hasta 20 personas, y la clase en total es de 50 minutos, más los minutos de elongación o cool down, tal como una clase convencional de entrenamiento funcional. Las planificaciones de las clases son realizadas en conjunto por el grupo de profesores de Entren.AR, a partir de un método inmersivo con rutinas de dinámicas siempre en busca de optimizar los rendimientos físicos y cognitivos del alumno.

Pero, ¿de qué se trata esa inmersión? En concreto, ¿qué ve la persona que entrena con casco de AR? “Primero les pedimos que se miren las manos, y las verán de distintos colores; una verde y otra azul. A partir de allí se les presentarán visualmente figuras que deberán romper de acuerdo al color, hacia arriba y hacia abajo. Al mismo tiempo, dos robots les irán indicando en qué posición tienen que estar; por ejemplo, si tienen que hacer una sentadilla, el robot se agacha en esa posición, y la persona tiene que imitarlo y seguir rompiendo figuras más abajo. Le aparecerá también un triángulo amarillo que debe romper con la cabeza, y la persona debe seguirlo hacia la dirección que se mueva, con lo que, por ejemplo, incorpora sentadillas laterales”, detalla la profesora.

Claramente, la persona recibe una explicación previa de cada estación, y una guía permanente en el momento por parte de Rodríguez o del profesor a cargo, hasta que logra familiarizarse con la rutina y, en especial, con la estación de AR.

“Para mí fue un desafío incorporar a la explicación de lo netamente técnico o físico la parte tecnología, pero me sentí muy cómoda con las primeras capacitaciones y luego al momento de transmitirlo”, cuenta Camila. “Mi rol además es permanente, porque tras explicar tengo que estar atenta a corregir la técnica. No veo lo que ellos están viendo, pero sí tengo que corregir posturas si hay errores porque es fundamental que lo hagan bien, como todo ejercicio”.

Los profesores trabajan a partir de una aplicación instalada cada uno en su computadora, que es su herramienta de planificación de las rutinas, y que se van modificando mes a mes. Al momento de hacerse cargo de cada clase, el profesor tiene sumamente incorporada la rutina de modo tal que pueda ir anticipando cada ejercicio al alumno para optimizar esos 50 minutos de duración de la clase, con sus intervalos de descanso correspondientes.

Un dato no menor es que el gimnasio ofrece de manera gratuita la primera clase de prueba de funcional con AR.

“Es necesario hacer la salvedad de que esto se trata de Realidad Aumentada y no Realidad Virtual”, destaca Álvarez. “Si bien las dos te proponen hacer una inmersión a un mundo simulado, a través de la realidad virtual realmente te vas del mundo real. Los objetos están en un espacio, podés acercarte y moverte, o son los objetos los que se acercan, pero la parte negativa para el entrenamiento es que dejás de estar en el lugar donde estabas… con lo cual los estímulos son muchos y esto puede generar cierto aturdimiento y mareos”.

Esto explica que los dueños de Entren.AR hayan optado por la Realidad Aumentada, que permite al usuario permanecer en el mismo espacio, que aparezcan imágenes en su campo visual, estímulos agregados, pero siempre dentro del gimnasio y con la guía del profesor cuando la necesita. “Es la realidad pero con más información, con más estímulos, por eso se le llama aumentada. Nos gusta compararlo con el personaje de ‘Terminator’, porque es exactamente así: la persona ve su espacio pero ‘mejorado’, con imágenes de los ejercicios, puntaje a medida que avanza, y otras cosas”, grafica Álvarez. Así, la posibilidad de hacer el entrenamiento en un espacio enriquecido es ventajosa, porque la persona no pierde noción de espacio, sabe perfectamente dónde se encuentra y a quiénes tiene a su alrededor, con lo cual tiene absoluto control de su cuerpo en ese contexto.

Al mismo tiempo, los dispositivos que incorporaron a Entren.AR permiten al usuario moverse desde la realidad virtual a la aumentada con sólo presionar un botón, y cuentan con herramientas de seguridad y de aviso en caso de que la persona se desoriente o aleje del dispositivo.

Si bien el gimnasio lleva tan sólo dos meses desde su apertura, Álvarez y sus colegas coinciden en la buena recepción que tuvo la propuesta, y hasta inesperada en el rango etario de adultos mayores. “Por supuesto que al principio existía, y existe aún, esa duda de… ¿de qué se trata? ¡Nos invadían a preguntas! Pero sí notamos que las personas que se lanzaron a probar, se quedaron”, asegura. También cuenta que un hecho particular que están viviendo es la afluencia cada vez fuerte de adultos mayores.

“A priori lo pensamos para gente joven, por ser tal vez la que más rápidamente conecta con la tecnología. Pero estamos viendo hasta incluso lo contrario. Porque la tecnología es muy amigable, ya está funcionando cuando te incorporás al circuito y los ejercicios son fáciles de entender, son convencionales, como sentadillas, abdominales; la diferencia es que se hacen en un entorno distinto. La gente mayor que vino a probar quedó fascinada y nunca se fue”, cuenta con satisfacción.

La clave, para Álvarez, es dedicar tiempo no sólo a la planificación de clases que tengan todos los condimentos: la práctica de los ejercicios, y el entretenimiento que logra la interacción y el juego, además del desarrollo cognitivo. Y, sobre todo, la templanza al momento de explicar algo tan novedoso, para lograr una buena conexión con cada alumno y la nueva propuesta.

Entren.AR está ubicado en Av. 31 entre 505 y 506, Local 4, una inmejorable zona de la localidad Gonnet y a 15 minutos del casco urbano. Para quienes deseen conocer un poco más, pueden visitar sus redes (@entren.arfc) o también su página web, desde donde además se accede directamente a un link que invita a inscribirse para la primera clase de prueba gratis. Y desde donde también se interpela a todos los interesados con una pregunta muy simple, pero a la vez sugerente: ¿Estás preparado para llevar tu rendimiento físico y cognitivo a otro nivel?

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